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Tipos de almohadas

El mundo actual es un hervidero de estrés que hace que cuando las personas llegan a la cama caigan rendidas. Es en ese momento en el que una buena almohada puede marcar la diferencia y ya no solo crear un mejor descanso sino acabar con muchos de los dolores que muchas personas sufren al despertar.

Tabla comparativa de almohadas

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1.- Tipos de almohadas según el tipo de material

Las personas son muy diferentes entre sí, pero afortunadamente los fabricantes se deben a los consumidores, por lo que existe la almohada perfecta para todo el mundo.

Así, se pueden destacar múltiples tipos de almohadas, pero los más comunes y que suelen servir para la mayoría de la gente son, según su composición:

1. Fibra

Se denominan así debido a su contenido en fibra de poliéster. Estas se caracterizan por aportar sensación de firmeza y por un precio bastante económico dentro del sector.

2. Plumas y plumón

Las almohadas de plumas son totalmente contrarias a las de fibra. Como su propio nombre indica, están rellenas de plumas (generalmente naturales), por lo que no son nada firmes.

Por este motivo son adecuadas para esas personas que duermen boca abajo. Además otra de sus principales características es que son muy duraderas.

3. Viscoelástica

Estas almohadas, aunque con un precio ligeramente superior, ofrecen bastante calidad para los usuarios. Son muy buenas generando un sueño de calidad gracias a su firmeza. Sin embargo, no son la mejor opción para todo el mundo.

Una de sus limitaciones es que no transpira el calor tan bien como las del gel por ejemplo. Por ello, para aquellas personas más calurosas en la noche, pueden no ser la mejor opción.

En ocasiones, para salvar este “defecto”, se combinan con otros materiales como el gel, o incluso en ocasiones con carbono o incluso grafeno. Este material destaca por conducir de manera muy efectiva el calor, generando temperaturas más neutras en la almohada.

4. Látex

Estas almohadas están fabricadas con un tipo de goma natural conocida como látex. Entre sus principales virtudes destacan su alta durabilidad, el buen control de temperatura que consigue este material y la posibilidad de encontrar almohadas más duras y otras más blandas, siendo una de las preferidas en el sector del descanso.

5. Núcleo perforado de gel

Las almohadas de núcleo perforado de gel son las que hacen uso de la tecnología más avanzada. Están compuestas por varias capas, de manera que son capaces de combinar lo mejor de todos los tipos de almohadas.

Así son capaces de crear un equilibrio perfecto entre consistencia, consiguiendo mantener las curvas naturales de la espalda incluso cuando se duerme de lado y, la conducción de calor idónea para conseguir temperaturas adecuadas en las zonas del cuerpo en contacto con ella.

Por si fuese poco, también son almohadas antiácaros. Sin embargo, el punto negativo es que tienen un precio más elevado que las anteriores.

No obstante, es ideal para aquellas personas con problemas de cuello y para las cuales el calor es un problema a la hora de dormir.

2. Tipos de almohadas según la postura al dormir

La postura que se use a la hora de dormir puede condicionar en gran medida lo reparador que sea el sueño. Existen posturas más neutrales para la espalda y otras más agresivas, pero cada uno tiene la suya.

Por desgracia, cambiar la manera en la que uno se duerme es muy complicado, sobre todo porque cuando se está dormido no se es consciente de lo que se hace. Por eso es más sencillo escoger una almohada que acompañe a la postura en la que se suele dormir.

3. Tipos de almohadas según su composición

En función del material que se haya empleado para hacer la almohada esta brindará al usuario unas características u otras. Por otro lado no es lo único en lo que hay que fijarse antes de comprar una. Aquí un resumen del material más adecuado para cada tipo de persona:

Por qué es importante usar una almohada que se adapte a la persona

La cantidad de horas que las personas pasan dormidas es importante, pues aunque las diferencias entre las necesidades de tiempo de descanso entre unas personas y otras puedan ser grandes, no se puede dejar de lado la calidad del sueño.

Este es un factor casi tan importante o incluso más que la cantidad de horas de descanso. Y son múltiples los factores que influyen en el aspecto cualitativo del descanso, pero uno de los más importantes es la almohada.

Las almohadas no son un simple objeto en el que se apoya la cabeza, sino que gracias a ellas se consiguen posturas más cómodas y saludables para el cuerpo.

Dormir sin almohada es casi tan perjudicial como dormir con una almohada de mala calidad o que no se ajuste a la persona. Gracias a su forma, consiguen que la columna vertebral mantenga una posición natural, conservando sus curvas naturales y evitando puntos de presión.

La forma en la que la almohada sustenta nuestra cabeza libera una gran cantidad de tensión de la zona cervical, lumbar y de los hombros.

De este modo, las personas que cuentan con almohadas que se ajustan a sus necesidades son capaces de descansar más por la noche.

En definitiva, para encontrar la almohada que más se ajuste a cada persona es necesario tener en cuenta factores como: la talla, la posición al dormir, el material que más se adapte a las necesidades de la persona e incluso la dureza del colchón.

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