Colchones para bebés.
Cuando hay un bebé en casa surgen muchísimas dudas sobre cómo debemos atenderles. Como padre/madre uno desea lo mejor para el más pequeño de la casa.
Elegir un buen colchón es, por ejemplo, una de esas cosas que más preocupa dado que su elección supone una gran decisión. Es por este motivo que el colchón donde duerme es un factor a tener en cuenta para cuidar de la salud de los bebés. Teniendo en cuenta que gran parte de las horas las consumen en el colchón, además de ser lugar de descanso por lo que debe ser agradable y placentero, es importante tener claro qué características debe tener un buen colchón para bebé. En este artículo descubriremos las claves de esos colchones para bebés para conseguir el mejor descanso y confort, además de contribuir a su salud presente y futura.
En primer lugar debemos comprobar que el colchón favorezca el bienestar de los bebés garantizando, por otra parte, que sea seguro. Esto último es muy importante porque si no se tiene en cuenta puede producir problemas como alergias (para ello existen rellenos hipoalergénicos), problemas lumbares, respiratorios e incluso problemas de sueño. Es por esto que el material del que se compone el colchón debe ser seguro y libre de productos que puedan ocasionar efectos negativos en la salud.

Colchones para bebés: aspectos fundamentales
• Controlar el peso del bebé. No es lo mismo el colchón para un bebé que para una persona mayor, este debe adaptarse a las necesidades de cada persona.
• Así mismo, controlar la edad. Dependiendo de la edad el niño debe estar en cuna o en cama. Por tanto, el colchón será diferente.
• Tener en cuenta la densidad y firmeza. Ni demasiado duro (porque estará incómodo) ni demasiado blando (porque se hundirá, provocando problemas en la columna vertebral). El grado de firmeza debe ser adecuado para evitar complicaciones.
• Comprobar que el material sea aceptado por la Unión Europea. Evitar materiales de procedencia desconocida.
• Calidad de sus materiales para asegurar que durará en el tiempo.
• Uniformidad, evitando las zonas más estrechas o anchas al resto.
• Las apariencias engañan, el colchón más bonito no tiene por qué ser necesariamente el mejor.
• Si el colchón se va a incorporar a una cuna lo más aconsejable es hacer uno a medida si no se encuentra uno del tamaño deseado. Esto debe ser así porque si queda demasiado pequeño puede hacerse daño quedando alguna de sus extremidades en los huecos. Si es demasiado grande, puede quedar doblado y ser molesto.
• Si el pequeño puede ponerse de pie por sí solo es importante que la distancia del colchón con respecto a los bordes de la cuna supere considerablemente su altura para evitar que se asome.
• Otro aspecto de vital importancia es considerar la necesidad de lavarlo de vez en cuando (fundamental para preservar la higiene), esto resulta más fácil si incorpora una funda con cremallera.
Seguro que sopesar dichos aspectos facilitará la elección de un colchón ideal para cada bebé.
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