Como se adivina en el título, en este artículo vamos a hablar de sofás cama. Y lo primero, ¿qué es un sofá cama? Bueno, pues es un tipo de sofá que goza de una estructura metálica colocada bajo sus almohadones inferiores y sobre la cual reposa un colchón (estrecho por razones obvias), que llegado el caso puede ser desplegado para tener una cama más o menos confortable.
Normalmente, el sofá cama funciona estirando del cajón inferior y haciendo salir la cama que alberga en su interior. Sin embargo, hay otros modelos.
Comparativa de sofás cama:
Modelos de sofá cama:
• Sofá cama modelo clic-clac: Es un sofá cama cuyo sistema de apertura consiste en un respaldo abatible, de tal manera que forme una superficie junto con la parte donde nos sentamos, equivalente a una cama. Es muy popular porque es fácil de abrir y asequible, pero presenta la desventaja de que no se puede plegar con la cama hecha y la colchoneta no es de excesiva ergonomía. Además, da más la sensación de ser un sofá desplegable, que un sofá cama propiamente dicho.
• Sofá cama deslizante: Este sofá cama es el más clásico; el que se abre tirando de un cajón situado debajo del propio sofá. Suele ser más estrecho que otros modelos, pero es más cómodo y fácil de situar en el contexto hogareño.
• Sofá cama desplegable: Sin duda, es el modelo más cómodo. Puede tener un somier de lamas y, además, soporta un colchón de muelles o de látex. Es un poco más caro, pero encontrarás muchos diseños de este tipo de sofá cama y, como colofón, podrás plegarlo con la cama hecha. Muy ergonómico.
• Futón: Aunque de origen japonés, el futón occidental se diferencia del anterior en que solemos darle el uso de sofá o de cama (los japoneses, por lo general, sólo lo usan como cama). Es por esto que suelen ser situados en un bastidor que puede hacer las dos funciones. Este tipo de “sofá cama” es muy popular entre los matrimonios jóvenes (y personas jóvenes en general) por ser asequible y cumplir bien su función.
• Otros modelos: Existen otros modelos de sofá cama que no son tan estándares como los anteriores. Por ejemplo, están los sofás cama que incluyen dos camas individuales. Su estructura es parecida a la de un sofá cama tradicional, pero con la diferencia de que en realidad son dos camas que se abren de manera individual, por lo que realmente es mucho más versátil que el sofá cama tradicional. Otro modelo muy interesante es el sofá cama que se puede transformar en litera. Para nada es el más típico, pero puede que sí sea precisamente el más curioso de todos.
Por otro lado, los sofás cama pueden encontrarse en muchos modelos y medidas. Los más generalizados suelen ser sofás de tres plazas, aunque, por supuesto, también los podrás encontrar de dos plazas, individuales y de matrimonio, etc.
Pero… ¿qué uso quieres darle a tu sofá cama?
Si vas a tener un sofá cama en el salón que cumpla la función principal de sofá y esporádicamente lo conviertas en cama, entonces deberás fijarte que sea realmente cómodo como sofá, ya que será usado para eso mayoritariamente. Es más, si es suficientemente cómodo como sofá, igual hasta ni te hace falta desplegarlo como cama ya que si se trata de un invitado podrá dormir en él perfectamente sin desplegarlo.
Ahora bien, si el sofá cama va a ser usado en sus dos facetas de manera continua, entonces sí te animo a que no seas muy quisquilloso/a con el precio y busques un buen sofá cama en el que puedas estar cómodo/a tanto si es sofá como si es cama.
Por otro lado, puede ser que quieras un sofá cama para tenerlo en una habitación de invitados. En este caso, deberás fijarte en que el sofá cama cumpla mejor la función de cama que de sofá, ya que será usado más de cama para invitados que de sofá. En este caso te recomiendo un sofá cama desplegable, ya que como hemos comentado anteriormente, son los más cómodos como cama.
Ahora bien, tú te preguntaras, ¿qué cosas debo tener en cuenta a la hora de elegir un buen sofá cama para mi casa? Ahí te van algunas variables a tener en cuenta:
Cosas a saber al elegir un sofá cama
• El espacio. Piensa que cuando despliegues el sofá cama, éste tiene que caber en tu salón y, además, te tiene que permitir moverte por su alrededor… es una cuestión de ergonomía y matemáticas sencillas.
• El mobiliario. También debes tener en cuenta que el mobiliario de alrededor del sofá cama ha de ser fácilmente reubicable, ya que al desplegarlo seguramente tengas que retirar algunos otros muebles como sillas, mesas, etc.
• Una lámpara. Se hace interesante, y más aún necesaria, tener una luz a mano (como una lamparita, un flexo…) para poder manejarte de noche sin necesidad de andar a oscuras si no quieres poner en peligro tus espinillas cada noche al irte a dormir.
• Plazas. Como hemos dicho anteriormente, existen sofás cama de dos o tres plazas, individuales o de matrimonio… Por supuesto, dependiendo el uso que le vayas a dar más a menudo, tendrás que elegir un tamaño u otro. Mi recomendación es que más vale que sobre a que haga falta. En ese sentido, es mucho mejor tener un sofá cama más bien amplio que uno pequeño, pero eso dependerá, sobre todo, del espacio disponible allí donde quieras poner el sofá cama.
• Durabilidad. Debes tener en cuenta la esperanza de vida que te brinda el modelo que elijas. Mi consejo es que no tengas prisa en adquirirlo, porque se puede combinar perfectamente un buen sofá cama con un precio asequible, pero hay que buscar. Sobre todo debes fijarte en que el sistema de apertura sea decente (que no se vaya a romper a los pocos usos), que la tela sea resistente y, por supuesto, que sea cómodo.
Otra pregunta que te harás es: ¿Cómo mantener mi sofá cama en buen estado?
Pues bien, lo primero es que dependiendo el material con el que esté confeccionado el sofá cama, deberemos limpiarlo de una manera u otra. Por esto es importante informarse del material en cuestión cuando compramos el sofá cama. Hay que tener especial cuidado con el cuero y la piel. En estos y otros materiales, las manchas más complicadas son las de grasa. Llegado el caso, no debemos frotar el cuero y la piel del sofá cama. Para ello, es mejor recurrir a productos especiales que venden en cualquier súper, los cuales nos permitirán limpiar el sofá cama sin dañar su tejido.
Por otro lado, para limpiar el polvo de los almohadones, lo mejor es o sacudirlos periódicamente para que no se acumulen grandes cantidades y no se deformen, o usar aspiradora. Para limpiar las fundas del sofá cama lo mejor es llevarlas a una tintorería, ya que allí saben cómo tratar con tejidos más específicos.
Además, es bueno para el buen mantenimiento de tu sofá cama que esté en un sitio sin mucha humedad para que ésta no afecte a sus materiales. Un lugar seco, sin duda, le viene mucho mejor.
Precios de los sofás camas
Por último, en cuanto a los precios, pues lo de siempre, mientras más sofisticado sea el sofá cama, más dinero costará, claro. A partir de 200 euros en adelante, podrás encontrar toda una amplia gama de sofás cama a precios muy distintos que incluso pueden sobrepasar los 1.000 euros. Pero, ya sabes, con un sofá cama estándar de un precio asequible, seguro que te hace el apaño más que bien.