Colchones de espuma: tipos, ventajas y características
Quizás los colchones de espuma sean uno de las gamas más económicas y asequibles dentro del universo del descanso. Viendo su increíble gama de precios es inevitable que nos surjan diversas dudas acerca de su calidad y capacidad para proporcionarnos un descanso de confort máximo.
La realidad es que no se trata de los mejores colchones en materia de calidad y descanso que podemos encontrar en el mercado, pero sí que cuentan con diversas ventajas que quizás nos puedan parecer interesantes.
Comparativa de los mejores colchones de espuma
¿Qué son los colchones de espuma?
Se trata de un tipo de colchón fabricado en base a poliéster o poliuretano. Dentro de la definición de colchón de espuma se englobarían una multitud de tipos, de distintas calidades y propiedades, que se diferencian entre ellos por ofrecer una mayor o menos densidad de material.
¿Cómo diferenciar un colchón de espuma de calidad?
La densidad es sin duda la variable que más puede afectar a la calidad y precio de un colchón de este tipo. Un colchón de espuma con poca densidad, será incómodo y puede ocasionarnos incluso muchos problemas de musculares, afectando a la calidad de nuestro sueño y descanso.
Aunque pueden llegar a ser una buena solución para utilizarse de manera puntual si necesitamos un colchón de repuesto para visitas, dormir todos los días en un colchón de espuma con poca densidad puede llegar a ser tremendamente nocivo para nuestra salud.
En cambio, un colchón de espuma de alta densidad, a pesar de ser un producto de por sí barato, puede ser capaz de proporcionarnos un descanso óptimo a un precio muy atractivo.
¿Cómo se mide la densidad de un colchón de espuma?
La densidad de este tipo de colchones se mide en kilogramos por metro cúbico. El mínimo de densidad aceptable de este tipo de colchones es de 25 kilogramos por metro cúbico. Aunque con un colchón con esta densidad ya cuenta con una calidad mínima, siempre es recomendable una densidad de a partir 40 kilogramos para que el colchón sea capaz de ofrecernos un descanso óptimo.
Obviamente, la densidad del colchón también afectará a su precio. Así, un colchón de espuma de densidad muy baja puede adquirirse incluso por menos de 50 euros, mientras que un colchón de una densidad media o alta está entorno a los 100 euros.
Los beneficios y ventajas de un colchón de espuma:
Aunque ya hemos comentado que dentro de la categoría de colchón de espuma existen una gran variedad de calidades, los de gama media y alta cuentan con algunos beneficios interesantes que sin duda pueden parecernos atractivos si estamos pensando en adquirir un colchón de este tipo.
En primer lugar, el material de espuma es bastante mudillo y adaptable. En ocasiones, muchos querríamos poder disfrutar de un colchón de gel o viscoelástico que se adapte a nuestro cuerpo, pero la realidad es que no todos podemos afrontar semejante gasto. Un colchón de este tipo que sea de calidad, será capaz de ofrecernos estos beneficios a precios mucho más económicos.
Por otra parte, una espuma densa es bastante resistente a posibles deformaciones, siendo probable que dure mucho más en el tiempo y que no nos veamos con la necesidad de cambiar de colchón tan a menudo.
Por último, las espumas de buena calidad son mucho más higiénicas y transpirables que otros materiales sintéticos. Esto hace que sean menos propensas a acumular bacterias y más frescas durante las épocas de calor.
¿Qué diferencias existen entre colchones de goma espuma y colchones de espumación HR?
Lo cierto es que los colchones de espuma han tenido muy mala fama durante muchos años. El principal problema es que dentro de su definición como colchones de espuma, se engloban productos con toda clase de densidades y calidades muy dispares.
Como ya hemos comentado, un colchón de espuma de poca densidad puede llega a ser realmente nocivo para nuestra salud. Es por eso que muchas personas tienen la falsa creencia que cualquier colchón de este tipo no será capaz de proporcionar un descanso del todo óptimo.
En realidad, existen dos tipologías dentro de esta categoría de colchones: los colchones de gomaespuma y los colchones de espumación HR.
La principal diferencia entre estos dos productos es su calidad. Así, los colchones de espumación HR que son los que consideraríamos aptos para un descanso de calidad, son los que tienen un mínimo de densidad de 25 kilogramos.
No obstante, muchos fabricantes recurren a técnicas fraudulentas para aumentar el peso de sus colchones y así poderlos vender a precios superiores, aunque la densidad de la goma no sea la más ideal. Algunos de los recursos que utilizan es mezclar estos materiales con otros de más peso como cal o yeso.
Es precisamente por esta razón, que resulta vital recurrir tan solo a fabricantes de confianza que nos aseguren cierta garantía de que el colchón que estamos adquiriendo tiene la densidad exacta que buscamos.
Tipos de colchones de espuma:
Una vez tenemos claro en qué tipo de colchón de espuma nos deberemos fijar, hay otras características a tener en cuenta y que pueden encarecer el precio final del producto.
Algunos colchones utilizan la espumación HR para fabricar el núcleo. En estos casos el acolchado puede estar fabricado con otro material de gran calidad como el viscoelástico o el gel. Estos son sin duda uno de los tipos de colchones más recomendados y de mejor calidad del mercado.
Por otra parte, la espuma también puede ser utilizada como material de acolchado. Muchos colchones de muelles biónicos y muelles ensacados utilizan la espumación HR como acolchado, aunque este tipo técnicamente no puede considerarse como colchones de espuma. Por otra parte, deberemos tener en cuenta que suelen ser productos mucho más caros.
Cómo escoger el mejor colchón de espuma:
La elección de un colchón siempre resulta una decisión sumamente singular y personal. Las necesidades de descanso pueden variar enormemente según la persona que utilice la cama, con lo que deberemos tener en cuenta diversas consideraciones antes de escoger el producto que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Antes de escoger un colchón de espuma deberemos saber qué dolencias físicas tiene la persona o personas que lo vayan a utilizar. Existen diversas enfermedades de huesos y musculares que pueden requerir un tipo de colchón específico. En caso de que esto ocurra, decantarse por un colchón de espuma de poca calidad puede ser contraproducente para nuestra salud a largo plazo.
Por otra parte, hay personas que independientemente de sus condiciones médicas, descansan mejor con un tipo de firmeza concreto. Sabemos que una mayor densidad de espuma conlleva una mejor calidad. Pero también es cierto que mayor densidad también implica mayor firmeza. Así que si nuestras preferencias de descanso pasan por un colchón de firmeza media, quizás no deberíamos escoger un colchón muy denso por mucha calidad que tenga ya que no descansaremos igual de bien.
Por último, está la variable del precio. Es cierto que a todos nos gustaría poder permitirnos el lujo de adquirir el mejor colchón del mercado para dormir lo mejor posible. Sin embargo, un colchón de alta gama no es precisamente económico. La clave está en encontrar un equilibrio entre el precio que estamos dispuestos a pagar, y la calidad que esperamos. Y también acompañarlo de una buena almohada (aquí)